jueves, 15 de septiembre de 2016

Todo comenzó con una carta...

El mar es como la vida, nos atrae y nos seduce, pero si no sabemos hacia dónde vamos corremos el riesgo de ahogarnos. 

Permite que me presente; mi nombre es Nemo, capitán Nemo. 

Supongo que habrás oído hablar de mí y de mi querido cascarón, el Nautilus. 

Juntos hemos recorrido el océano en todas sus dimensiones, desde las más pequeñas calas hasta las más oscuras fosas. Juntos hemos visto cosas maravillosas y también escalofriantes. He visto al mimético melanocetus devorar peces del doble de su tamaño, arañas de mar capaces de envolver a todo el Nautilus en su viscoso abrazo, pero también hemos transitado por arrecifes de coral que se extendían hasta donde alcanzaba la vista, explorado selvas marinas pobladas de flora desconocida, nos hemos adentrado en corrientes abisales flanqueados por bancos de peces que relucían con destellos irisados. 

 Me he sumergido más de 20000 leguas en el corazón del mar y todo esto no me ha hecho más que sentir respeto y humildad ante su grandeza. 

Por eso hoy, veterano y experimentado, me dirijo a ti, capitán de tu propio navío, para invitarte a compartir mi experiencia. 

Tú, que comenzaste como grumete, fuiste creciendo, bregando con tempestades y ventiscas, que has sobrevivido a motines y abordajes, y conoces puertos en los cinco continentes. Tú, que un día decidiste que querías ver más allá, venciste tus miedos y escalaste el palo mayor hasta el puesto de vigía, deseoso de avistar nuevas tierras, que aprendiste a manejar el sextante para encontrar nuevos rumbos, que controlas el timón para llevar tu navío por las mejores rutas. 

Tú, que empezaste como grumete y has sido marinero, vigía, timonel, contramaestre y finalmente capitán, que sabes sacar lo mejor de tu tripulación porque no eres un jefe, sino un líder, un lobo de mar curtido entre cabos y aparejos, estás invitado a compartir tu experiencia con camaradas venidos de otras regiones, también diestros capitanes de sus propios barcos. Porque juntos mejoramos, navegamos más tiempo, llegamos más lejos. 

Conoces el mar en toda su superficie; permite que te muestre ahora su profundidad. 

 No será fácil, te lo advierto; será arriesgado, quizás peligroso. A la gente le gusta quedarse en la superficie, donde hay luz y comodidad; temen los que pueden encontrar si se adentran hacia el fondo. Pero tú no. Estás hecho de otra pasta, y esa es la razón por la que has recibido esta misiva. 

Porque a ti, como a mí, nos gusta ir más allá. 

Si lo deseas, y espero que así sea, eres bienvenido a unirte a esta travesía; en pañoles dispondrás de un coy que facilitará tu descanso cuando venza la fatiga. 

Con el viento propicio y la calima ligera rebasaremos la bocana e iniciaremos la inmersión al anochecer del día 4 de Noviembre del año del Señor de 2016. 

Únete a nosotros en esta singladura.

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